Dos chicas en una fiesta

En la Fiesta

Marcela y Mario entraron en la fiesta. Carlos, amigo de ambos, los había invitado a su cumpleaños que, como era costumbre, se celebraría por todo lo alto.
Así fue. Dentro se encontraban muchos rostros conocidos para Marcela y Mario. La pareja saludó a los más importantes, desearon feliz cumpleaños a Carlos, entregándole una botella de vino a modo de obsequio y se movieron hacia un rincón no tan poblado. Ahí tomaron un trago y bailaron al ritmo de una pegajosa canción de moda. Disfrutaban de ese género de música, que se bailaba de una forma tan sugerente y que les hacía hervir la sangre por el deseo.

Luego de bailar, Mario se encontró con un par de colegas de la universidad. Se los presentó a Marcela pero la chica no estaba muy interesada en la conversación. Distraídamente miró alrededor hasta que un rostro al fondo de la habitación llamó su atención.

¿Quién es Aura?

Era una chica delgada y alta de cabellos dorados, que parecía ser muy joven y se encontraba totalmente sola.
Se llamaba Aura y era prima de Carlos. Acababa de cumplir los 18, por lo tanto su primo la había invitado para que se divirtiera un rato “entre adultos” pero la verdad es que la chica era bastante tímida, como pudo comprobar Marcela al acercarse a ella.

Aura agradeció que Marcela se acercara y le hablara, ya que no conocía a nadie en aquel lugar más que a su primo y se estaba aburriendo bastante. Ambas chicas charlaron un rato mientras Mario seguía discutiendo con sus compañeros de la universidad. Parecía enfrascado en una conversación sumamente importante y demandante intelectualmente, por lo tanto Marcela optó por no molestarlo y se quedó con Aura, quien agradeció la compañía.

La chica tenía un rostro angelical, pero los tragos bajaban por su garganta a la velocidad de la luz. Viendo sus ojos que parecían inocentes, Marcela no pudo evitar sorprenderse cuando la chica la convidó para que se fueran a un lugar más tranquilo, sin tantas personas. Pero era una invitación difícil de declinar.

El Sexo

No mediaron palabras, que sellaran lo que sucedió a continuación, pero las chicas no pudieron evitar unir sus labios apenas estuvieron solas, lejos del griterío. Quizás estuvieran un poco borrachas, pero tenían consciencia plena de lo que hacían. Desesperadamente se quitaron la ropa entre gemidos acallados para que nadie las escuchara.
Marcela se mantuvo de pie y Aura se internó en su sexo, lamiéndolo y chupándolo con gusto. Los jugos se derramaban por las comisuras de sus labios, corriendo hacia el cuello mientras, alrededor de su boca, Marcela se retorcía de gusto por lo experto de la boca que la estimulaba. No tardó en correrse. Luego vino el turno de Aura para ser Agasajada por Marcela.

Con su boca estimulaba el clítoris, chupándolo, frotándolo con sus labios, lamiéndolo. Mientras, introducía un par de dedos en Aura. Adentro y afuera, adentro y afuera, en medio de pedidos desesperados de “más rápido, más rápido, más duro…”. La chica tampoco tardó mucho en correrse: un polvo rápido pero placentero.
Luego fueron al baño, se limpiaron y volvieron donde se encontraba la conglomeración de gente. Entonces Mario se acercó a las dos, preguntándoles cómo estaban. Marcela le presentó a la chica y Mario se mostró encantado, pues le parecía que Aura era muy mona.

“¿Han hecho algo divertido?” les preguntó Mario.
“En realidad, estamos un poco aburridas” diría Marcela con una sonrisa, sin que la mentira se notara en sus ojos.

Encuentra todos los juguetes eróticos que imagines y más en nuestra tienda de Lloret de Mar: El Racó de Patricia Sex Shop.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *